Coletto llegó a la perrera en junio de 2025 con aproximadamente 2 años. Es un Cruce que fue encontrado por las calles y llevado a la perrera.
Coletto – un perrito joven, dulce y juguetón que sigue esperando su hogar definitivo...
Coletto llegó a la perrera junto con su hermana y, esta esperando pacientemente a ser adoptado. Actualmente comparte una jaula diminuta con su hermana durante más de 23 horas al día, día tras día. Esta no es vida para unos perros tan jóvenes: es una pérdida de tiempo valioso y de todo su potencial. Solo salen unos minutos al día cuando se limpia la jaula.
Es un perro muy cariñoso, activo y sociable, que disfruta del juego y del contacto con las personas. A pesar de los muchos cambios en su entorno, Coletto sigue siendo un perrito dulce que busca el contacto humano con alegría.
Debido a condiciones meteorológicas difíciles y el riesgo de inundación, Coletto fue acogido temporalmente por varias familias, donde recibió cuidados y cariño. Gracias a estas estancias, hemos podido conocer mejor su carácter — y a continuación compartimos lo que sus casas de acogida nos han contado sobre él.
Coletto sigue buscando un hogar definitivo donde pueda crecer con seguridad, recibir el amor que merece y mostrar todo lo bueno que lleva dentro. Si estás preparado para abrir tu corazón y tu hogar a un compañero joven, juguetón y lleno de ternura, Coletto podría ser el perrito ideal para ti.
INFORME DE ACOGIDA:
Coletto y su hermana fueron acogidos durante una semana cuando la perrera estuvo en riesgo de inundación. Su familia de acogida nos contó:
“Son muy cariñosos. Los dos se portan muy bien; no hacen ruido por la noche y juegan mucho entre ellos y con nosotros. Coletto ha aprendido a caminar con más calma durante los paseos.
Ambos lloran cuando están separados, incluso si solo uno sale a pasear.
Coletto es súper inteligente; aprendió a sentarse muy rápido. En general, los dos son muy buenos, pero necesitan tiempo para adaptarse al mundo exterior: coches, otros perros, etc. Se llevaron muy bien con la perrita de mi madre (que además fue muy paciente con ellos, a pesar de que invadieron su espacio). Eso sí, les asustan los perros que ladran, su reflejo en los cristales y, a veces, el ruido de la tele.
Coletto intentará robar, pero si le dices que no, ya no lo vuelve a hacer.”
Lamentablemente, después de esa semana en acogida, Coletto y su hermana tuvieron que volver a la perrera, donde están de nuevo confinados en una jaula. Estos dulces hermanitos necesitan urgentemente un hogar donde puedan seguir aprendiendo, sintiéndose seguros y siendo queridos.