Pancho llegó a la perrera en Julio de 2024 con aproximadamente 4 años. Es un cruce que fue encontrado por las calles y llevado a la perrera.

Pancho es un gigante gentil que busca un nuevo hogar. Comparte una pequeña jaula con la hermosa Mastín, Sandra, y se llevan de maravilla. Juegan juntos en su diminuto espacio, aunque apenas hay lugar. A pesar de las limitaciones, Pancho siempre encuentra la manera de mostrar su naturaleza afectuosa. Es como un enorme osito de peluche que da los mejores abrazos.

Este tranquilo y relajado perro se adapta a todo con facilidad, aunque al principio puede ser un poco cauteloso con las personas nuevas. Sin embargo, una vez que entra en confianza, se acercará felizmente en busca de caricias. Su antiguo dueño lo entregó debido a su habilidad para escapar de una propiedad no segura, pero con un espacio bien cerrado que pueda llamar suyo, Pancho será un compañero maravilloso.

Si tienes espacio en tu corazón y hogar para un perro grande y adorable, por favor considera adoptar a Pancho.

Actualización – Marzo 2025
Debido al riesgo de inundación en la perrera, Pancho fue trasladado temporalmente junto con Sandra a un lugar seguro, donde están alojados en un remolque para caballos dentro de un establo. Se ha adaptado muy bien y disfruta de su nueva rutina.
Esto es lo que su cuidador dice sobre él:

“Pancho me escucha y respeta cuando le digo ‘no’. Es un perro increíble.
Se acerca suavemente en busca de mimos, le gusta trotar por el área vallada, asegurarse de que todo está en orden, olfatear, jugar con Sandra y luego regresar tranquilamente a su establo.
Es un perro inteligente, observa las cosas con calma, está atento, pero nunca reacciona con agresividad. Es curioso y sereno, explora su entorno con tranquilidad. Me gusta su forma de ser, tiene una gran presencia, transmitiendo calma y amabilidad. Siempre mueve la cola y, al principio, te sonríe tímidamente… pero cuando te conoce bien, su sonrisa se ilumina.
Le gusta acercarse para ‘saludar’, recibir caricias y disfrutar de suaves masajes en las orejas, seguidos de buenos rascones, que le encantan.
Tanto Pancho como Sandra comen muy bien y con mucha educación.
Al principio los paseé con correa juntos, pero prefiero dejarlos jugar libremente en el espacio seguro—es una alegría verlos tan felices y despreocupados.”

Pancho está prosperando en este entorno temporal, mostrando su carácter tranquilo, cariñoso e inteligente. Sería un compañero excepcional para un hogar lleno de amor.