Spike – Un alma dulce que lleva demasiado tiempo esperando..
Spike llegó a la perrera de Los Barrios en abril de 2021, con unos 4 años y medio de edad. Este precioso cruce de Pitbull Terrier fue encontrado vagando por las calles, probablemente abandonado, y llevado a un lugar seguro. Pero estar a salvo no es lo mismo que tener un hogar – y Spike lleva ya MÁS DE CUATRO largos años tras los barrotes.
Desde el primer momento nos mostró qué perro tan tierno y cariñoso es. Tranquilo y afectuoso, adora a las personas y se derrite con las caricias. Pero detrás de sus ojos amables se esconde una tristeza profunda – una que crece cada día que pasa en confinamiento. En su momento tuvo una buena amiga perruna que le hacía compañía, pero fue adoptada hace tiempo, dejando a Spike aún más solo.
Los años en una jaula han ido dejando huella poco a poco. Spike está triste y solitario. La vida en la perrera es ruidosa y caótica, y para un alma tan tranquila como la suya, resulta abrumadora. Espera, día tras día, mientras la vida pasa lentamente ante él.
A pesar de todo, la dulzura de Spike sigue brillando. Le encantan los paseos y valora cada rara oportunidad de salir de su jaula. Un simple paseo, una pausa para una golosina, una caricia amable... esos son los momentos que le dan vida.
En abril de 2022, dos de nuestros voluntarios lo sacaron de paseo por el pueblo. Fue su primera aventura real fuera de la perrera, ¡y estaba encantado! Tantas cosas que ver, que oler, que descubrir... A pesar del viento fuerte de ese día, se mantuvo tranquilo, sin alterarse por el tráfico, la gente o los niños. Incluso mostró curiosidad educada hacia otros perros, dejando escapar un pequeño gemido alegre antes de continuar con su paseo. Subió y bajó del coche sin problema, y cuando llegó el momento de volver, su resistencia a entrar en la jaula lo decía todo.
En octubre de 2024 ocurrió un pequeño milagro: durante un periodo de lluvias fuertes y riesgo de inundación, Spike fue acogido temporalmente por una familia. Después de cuatro años en un chenil, no sabíamos cómo se adaptaría a la vida en un hogar. Pero Spike nos sorprendió a todos.
Desde el primer día se adaptó perfectamente. Estaba limpio dentro de casa y avisaba tranquilamente cuando necesitaba salir. Una mañana se quedó solo un rato mientras su familia fue a comprar – y no ladró, no rompió nada, no hizo sus necesidades. Al regresar, los recibió moviendo la cola, feliz de verlos.
En los paseos se mostró curioso y contento. Tira un poco de la correa, pero es suave y nunca reacciona mal. Recibe a los visitantes con alegría y se comportó de maravilla con otros perros durante una excursión a Guadiaro. Y después de una visita al supermercado, fue directo a las bolsas, sabiendo que dentro le esperaba un premio.
Su familia de acogida lo describió como un perro maravilloso – cariñoso, tranquilo y con un gran corazón. Por un breve momento, Spike pudo experimentar cómo es la vida en un verdadero hogar.
Pero, tristemente, solo fueron dos cortas semanas. Y luego volvió. De nuevo en la misma jaula. De nuevo al ruido y a la soledad. Esperando, una vez más.
Spike tiene ahora unos 8 años. Ha pasado la mitad de su vida en una jaula. Poco a poco lo vemos más callado, más retraído. Ha esperado demasiado tiempo...
Pero recientemente, algo ha cambiado – algo pequeño, pero profundamente significativo. Spike ha hecho una nueva amiga perruna. De vez en cuando salen juntos al patio, y es desgarrador ver cuánto le alegra eso. Sus ojos se iluminan, su cola se mueve, y por un momento, la tristeza se disipa. Es una alegría sencilla, pero para Spike, es algo nuevo. Algo esperanzador.
Por favor, no dejes que la historia de Spike termine así. Tiene tanto amor que dar, y pide tan poco a cambio. Solo necesita a alguien que le abra su corazón y le ofrezca un hogar.
📍 Spike está en la perrera de Los Barrios, en el sur de España. Se puede organizar transporte.
Contáctanos si puedes ofrecerle a esta preciosa alma la segunda oportunidad que tanto merece.